8 tips para criar niños mas agradecidos

Muchas personas desde antes de tener hijos ya planean la manera en la que los va a criar. Un tema recurrente es el de no criar niños maleducados ni malcriados.

La verdad es que criar hijos que no nacieron aún es mucho mas fácil que cuando ya nacieron.

Como casi todo lo que tenga que ver con crianza, poder educarlos para que sean agradecidos y no malcriados, es mucho mas difícil de lo que uno piensa.

 

  1. Perfecciona el objetivo de la crianza

El primer paso para criar niños mas agradecidos empieza, por supuesto, por los padres. Como con cualquier proyecto o empresa, hay que tener en claro cual es la misión.

Da miedo escuchar que padres dicen “yo solo quiero que mis hijos sean felices”. Si tu objetivo es simplemente ese, lo mas probable es que termines criando un niño malcriado y que solo piensa en su propia felicidad, de esos que terminan invadiendo el escenario del mago Dante y pegándoles golpes de puño cerrado en sus partes nobles.

En vez de eso, la misión podría ser “criar un adulto independiente, un miembro útil de la sociedad o al menos una persona decente”. En vez de darle cosas para que sea feliz, les estarías dando habilidades y herramientas para que ellos mismos puedan construir una vida productiva.

  1. Enseña empatía

Mirando a cualquier niño podemos llegar a la conclusión de que la empatía no es algo que nazca naturalmente en los humanos. Los niños pequeños por definición y sin ningún tipo de intención de maldad son egocéntricos,  buscan solamente lo que ellos quieren. Algo normal considerando el hecho de que en la etapa anterior de sus vidas al primer grito aparecía una teta, un biberón, un juguete o un mimo. De todas maneras, esto no es algo que queremos que lleven hasta la adultez, así que acá van algunas estrategias que les pueden ayudar a aprender sobre empatía:  

Sé un ejemplo de amabilidad y explica tus razones: es importante que le cuentes cuando estas haciendo algo por otros y expliques el por qué (a tus hijos, no al Facebook). Por ejemplo: “Estoy haciéndole un sándwich a mamá porque está apurada y creo que le va a poner contenta que le ayude”; “Estoy haciendo una sopa para abuela porque está enferma y le quiero ayudar a que se sienta mejor”. Es sabido que los niños copian lo que ven que hacen sus padres y añade valor saber por qué.

-Darles vocabulario para que describan sus sentimientos: una herramienta muy útil es que los niños entiendan que hay emociones mas allá de feliz, triste o enojado. Enseñándoles a los niños emociones mas complejas como la frustración, los celos, el orgullo, la melancolía o la culpa, ellos van a ser mas capaces de entender lo que pasa adentro de ellos mismos, lo que facilitaría entender lo que pasa en los otros. “Entiendo que estés frustrada porque querés la muñeca de la nena, está bien sentirse así, lo que no está bien es sacarle de la mano”

Hacer preguntas sobre como otros se sienten: Tanto en situaciones que a ella misma le pasan como situaciones que podemos observar en algún libro podemos preguntar, “¿Cómo crees que se sintió ella cuando su hermano comió su comida?” “¿cómo te ibas a sentir si te pasaba a vos?” Con suficiente práctica, los niños van a considerar los sentimientos de otros, solitos.       

-Estimular a que busquen soluciones: cuando incurre en alguna acción que podría ser desconsiderada, no soluciones el problema por ellos, preguntale como cree que la otra persona se siente luego de que ella haya hecho lo que hizo, tratando de hacer sonar esto lo menos juzgador posible, ya que entendemos que son sus primeros acercamientos a los complejos sentimientos humanos. Y luego, podes consultarle como cree que puede hacer que la otra persona y ella misma también se sientan mejor. De esta manera relacionamos la acción con la consecuencia, ella se pone en lugar del otro y también estimula la solución de problemas.

  1. Expresa gratitud

La gratitud es apreciar lo que uno ya tiene en lugar de estar buscando siempre algo mas.

El paso número uno para lograr que nuestros hijos sean agradecidos (y nosotros también) es siempre recordar decir gracias. Si no dicen gracias cuando le preparaste un sándwich, tampoco van a decir gracias en el colegio o en casa de otras personas. Los que trabajamos con niños sabemos lo bien que se siente cuando algún niño agradece por lo que hacemos.

El siguiente paso es preguntarles por qué se sienten agradecidos. Es probable que las primeras veces las respuestas sean un poco standard “agradezco por mi familia” o algo asi, pero practicando este ejercicio van a llegar a ser mas específicos y a darse cuenta realmente de todo lo bueno que tienen y sienten. Esto podría ser aplicado como una rutina diaria en un momento de compartir con la familia, por ejemplo durante alguna de las comidas.

También ayuda buscar lo bueno en situaciones que podrían ser catalogadas como malas. Lógicamente este ejercicio sería luego de que la emoción se apague un poco y pueda racionalizar mas. Esto logra que podamos encontrar lo bueno hasta en lo que parece malo, es algo muy valioso tanto para los chicos como para los grandes.

  1. Ayudar en la casa

Lo mas probable es que los niños no aprecien todo el trabajo que toma mantener una casa porque no lo dimensionan, yo se que yo en mi infancia y hasta que tuve mi primera experiencia de vivir fuera del hogar de mi madre, no dimensionaba. Pensamos que todo va a estar limpio siempre y que las madres son una maquina expendedora de donde automáticamente sale comida lista. Olvidando todo el trabajo puesto detrás de eso.

Cuando los niños contribuyen en los quehaceres hogareños, aumenta su sentido de responsabilidad, esto ayuda a fortalecer la confianza en si mismos, refuerza su rol en la familia y también el sentido de pertenencia. Hay tantos beneficios en colaborar con los quehaceres del hogar que sorprende cuan pocas familias lo ponen en práctica.

  1. Construye ética laboral

Todos conocemos esa sensación de gozo cuando trabajamos durante mucho tiempo y con mucha dedicación por algo y finalmente lo logramos. Negar ese sentimiento a tus hijos haciendo todos por ellos es cruel. Una regla de oro debería ser “no hagas nada por tus hijos que ellos puedan hacer solos”

Como padres, cuando vemos a nuestros hijos intentando algo, tenemos la inclinación de facilitarles la lucha y hacerlo por ellos. Pero en vez de esto, deberíamos darles palabras de aliento, admirar su perseverancia. Y si todavía no lo logran podemos darles alguna estrategia, claro que si les cuesta demasiado podemos hacerlo por ellos y mostrándoles como es, así ellos sienten que tienen el poder de hacerlo cuando se sientan listos.

Si tenés un hijo que apenas intenta y no lo logra, ya abandona el emprendimiento (Luna tiene días así) podes tratar de re-escribir su guión interno. Haceles acordar de la vez que logró algo cuando intentó, recordales de como haber persistido en la tarea les hizo lograr algo que querían. Tener personas a su alrededor que le encorajen a que haga las cosas por si misma les va a llevar mucho mas lejos que tener personas que  hagan todo por ellos.

  1. Por favor, permiso y gracias SIEMPRE.

Luna recién empezó a dominar el lenguaje, así que soy comprensivo y entiendo que sus frases sean a veces escuetas “pásame Elsa” “quiero agua” o a veces un “eh” con un movimiento de manos que indica que quiere algo y no alcanza. Al comienzo cumplía sus demandas y le completaba la frase “pásame la elsa por favor, gracias” ahora, el por favor y el gracias son los que me hacen moverme, nada sucede hasta que diga las mas mágicas de las palabras.

Otra regla de oro es no dejar que tu hijo o hija te hable de una manera que no dejarías a cualquier otra persona que te hable, aunque claramente tu hija va a tener un trato mucho mas amable y paciente que un simple desconocido maleducado.

No podes esperar que tu hijo/a trate a otros con respeto cuando es un dictador en su casa.

  1. Querer algo no es motive suficiente para obtenerlo

Si es solamente un vaso de jugo lo que quieren pueden cambiar la elección de palabras y decir “me podes servir jugo por favor” pero si es “quiero un bombon!” y lo obtienen, estamos reforzando la idea de que querer algo es suficiente motivo para obtenerlo. ¿En español? Si ir a la despensa y que no salga llorando es difícil, probablemente nunca mas puedas ir al shopping con tu hijo hasta ganar el bingocho.

Lo mas importante es diferenciar algo que quieren de algo que necesitan, esta es una diferencia que podemos explicar mucho tiempo y va a tomar un par de años hasta que nuestra querida cría entienda esos abstractos conceptos.

No es sano sentirte obligado a comprarle algo cada vez que salen. Si lo hacen para evitar el llanto, estarían comprando su silencio y su buen comportamiento.

Es importante que entiendan que los regalos son algo que esperamos en el cumpleaños, navidad, reyes o en ocasiones especiales, no es una obligación del padre, es algo que hacemos porque y cuando queremos y tampoco es un derecho del niño.

  1. Estimular el espíritu de dar

La navidad para los niños es el día oficial de recibir regalos, muchos y cuanto mas chicos son, mas regalos reciben, de sus padres, tíos, abuelos, amigos y de básicamente todas las personas que le conocieron alguna vez. Si hay algo que le da mucho placer a las personas es hacer regalos a los niños.

Después de unos cuantos años de estar esperando esta fecha y de que esté directamente relacionada con obtener objetos, es difícil que entiendan el punto original de la navidad, que es el DAR. ¿Cómo van a encontrar alegría en dar si solo reciben? Es prácticamente imposible.

Entonces, ¿cómo podemos hacer para que encuentren alegría en dar? ¡Adivinaste! Dando.

Para la próxima navidad, si tu hijos tienen edad suficiente para elegir con raciocinio o cierto raciocinio, podes decirles que tienen la posibilidad de elegir regalos por una cantidad determinada de dinero para sus otros hermanos o hermanas o para algún otro miembro de la familia. Pueden pensar un rato antes de ir a la tienda que le podría gustar y poner en un papel varias opciones, luego inclusive elegir el papel de regalo y envolverlo.

El hecho de que le pongan tanto empeño a pensar que le gusta a esta persona e ir a elegirlo personalmente, va a dar mucho mas protagonismo al acto de dar.

A mi personalmente me encanta regalar, hasta creo que encuentro mas placer en saber que el regalo que di fue recibido y mejor aún si le gusta o va a ser usado por la otra persona.

Al mover el foco de recibir a dar, los niños pueden tener una actitud menos demandante y de “quiero todas las cosas” a pensar en la alegría que le van a dar a otros.

Hay además otras maneras externas al núcleo familiar de enseñar lo bueno que es dar, por ejemplo tomar juguetes que ya no usa y ponerlos en una caja para donar, lo mismo con la ropa. Planear una visita a un hogar de niños para pasar el dia y que también entienda que no todos los niños tienen todo lo que ellos tiene, donar comida a personas carenciadas, etc.

Y así con creatividad, paciencia, perseverancia, infinitas dosis de amor y estos valiosos consejos, esperamos que el camino a criar niños y padres mas agradecidos sea aún mas placentero.

Fuente: https://www.realmomrecs.com/raising-kids-with-less-entitlement/

 

 

 

 

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